El título se debe a que en los últimos años he visitado en muchas ocasiones el país vecino.
Este es mi viaje de Semana Santa 2013. Pasado por agua, pero con visitas interesantes.
Una excursión organizada, con persona que ya conocía. Salimos de Oviedo el miércoles por la noche.
Lo primero es un comentario sobre el hotel Santa Mafalda, en Fátima. Nuestra estancia resultó muy agradable, buenas habitaciones, el trato estupendo y la comida bien, con la referencia que tengo de otros hoteles en Portugal
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| Así era mi habitación |
Llegamos el jueves por la mañana y antes de la entrada al hotel, pues aún no eran las doce, paseamos por Aljustrel, el pueblo de los pastores que tuvieron las apariciones de la Virgen.
Visitamos las casas de los niños y vimos el Pozo de la aparición del "Ángel de Portugal", en el huerto de la casa de los padres de Lucia.
Luego la entrada al hotel y reparto de habitaciones.
Después de la comida, un pequeño descanso y salimos para ver lo que hay en Fátima, todo alrededor de la explanada.
La Basílica del Rosario se inició en 1928 y se consagró en 1953. Su estilo es neo-barroco. Tiene una gran torre de 65 metros de altura, rematada por una corona de bronce, encima una cruz que se ilumina de noche y se puede ver desde lejos.
Una curiosidad, para mi, es el cuadro del altar mayor. Después de rastrear, encontré en google el nombre del pintor, Joao de Sousa Araujo.
En otro viaje vi sus obras en la Capilla de la Virgen de la Paz que hay en el Cristo Rei de Lisboa. Me gustó su estilo.
Justo enfrente, al otro lado de la gran plaza, está la Iglesia de la Santísima Trinidad, con 9000 asientos, obra del arquitecto Alexandro Tombazis. Se inauguró en 2007.
Nada mas entrar reconocí el autor del gran mural de fondo, es de Ivan Rupnik, inconfundible. Es el autor de la decoración de la girola de la iglesia de San Pedro de Gijón.
Lo llaman el Mural de Oro.
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Los pastores con la Virgen
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A la mañana siguiente ponemos rumbo a Nazaré. Llueve.
Es la segunda vez que la visito, la anterior en septiembre, con un día esplendido. Nos llevan a la parte alta, desde el acantilado se contempla la inmensa playa.
La Ermita de la Memoria, al lado, es donde cuenta la leyenda se apareció la Virgen. De planta central abovedada, estilo manierista y barroco. Cubierta por fuera y por dentro de azulejos.
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| Virgen de Nazaré |
Enfrente el Santuario de Nuestra Señora de Nazaré, elevado sobre una escalinata circular, con dos grandes campanarios. Estilo manierista y barroco, con planta de cruz latina. Sus azulejos son de Willen van Kloer, blancos y azules. Fuera no se podían hacer fotos por el temporal.
También vimos el Teatro Pinheiro, de tipo italiano.
Intentamos acercarnos al Fuerte de San Miguel, de planta triangular, con el faro en sus instalaciones, desde 1903, el aire nos lo impidió.
De vuelta, a mitad de camino, paramos en el Monasterio de Batalha, al borde de la carretera.
Llamado Monasterio de Santa Mª de la Victoria. Mandado construir por Juan I, como agradecimiento por la victoria en la batalla de Aljubarrota.
Su estilo gótico tardío, mezclado con estilo manuelino. Se empezó en 1386 y se terminó en 1517.
La puerta principal tiene una gran riqueza iconográfica, la nave central de la iglesia es una de las mayores de Portugal, con un elevación de 32´5 metros. Me recordó a la de Alcobasa, que visité en otro viaje, es la mas grande.
La capilla del Fundador pensada por el rey como Panteón, de planta cuadrada, da lugar en el centro a un octógono que se eleva a gran altura, constituyendo un dosel o baldaquino, encima del túmulo de Juan I y Filipa de Lancaster. Es el primero, en Portugal, en que están enterrados juntos.
En el claustro, la parte superior de sus arcadas, mas tardías, nos muestran, por su exuberancia, la época manuelina en que fueron añadidas.
En la Sala Capitular dos soldados custodian la tumba al soldado desconocido, encima el impresionante Cristo de las Trincheras. Fue encontrado en la 1ª Guerra Mundial, en la batalla de Lys.
Está mutilado de la mano derecha y ambas piernas, desde las rodilla. Pertenecía a un calvario de la Neuve Chapelle (Francia). El gobierno francés donó el Cristo a Portugal.
Pudimos contemplar el cambio de guardia.
Las Capillas Imperfectas, llamadas así por estar inacabadas, tienen un grandioso arco triunfal, joya del manuelino. Se componen de siete capillas radiales.
Una visita sorprendente e inolvidable, lo mejor de este viaje.
Comentaros que fue gratuita, por ser día de fiesta.
Por la tarde Santaren, a 60 Km. de Fátima. Nos dejan delante del Mercado Municipal, de 1930, su exterior cubierto de un notable conjunto de paneles de azulejos.
Fue en esta ciudad donde se promulgaron, en el siglo XIX, las reglas de la corrida a la portuguesa, sin la suerte de matar.
Nos acercamos hasta el Convento de San Francisco, que encontramos cerrado, del siglo XIII, estilo gótico. Dañado por el terremoto de 1755. En 2009, después de la restauración, se abrió de nuevo.
La iglesia de Santa Clara de época y estilo igual, destaca su longitud. Original rosetón.
Nos dirigimos al centro y en una plaza encontramos la iglesia de Nuestra Señora de la Piedad, construida en el siglo XVIII para conmemorar una victoria.Tiene un precioso órgano de 1795.
Enfrente la iglesia de Nuestra Señora de la Concepción, siglos XVII-XVIII sobre las ruinas del Palacio Real. De estilo barroco, destacan los mármoles, las tallas doradas y las pinturas en los techos de la capilla mayor y de la nave. Solo pudimos verla desde la entrada, se encontraban en el culto de Semana Santa. No tengo ninguna imagen pues estaba cubierta la fachada, en proceso de restauración.
Seguimos nuestro paseo y pudimos ver una preciosa entrada de estilo manuelino. Nuestro tiempo se terminó, pero no las cosas por visitar, muchas en esta ciudad no muy conocida.
A la vuelta y aún con tiempo antes de la cena, otra vez en la plaza de la Basílica vimos el monumento que contiene un trozo del Muro de Berlín, fue regalado por intermedio de un emigrante portugués en Alemania.
El sábado, último día de estancia, vamos a Aveiro, conocida como la Venecia portuguesa, por sus canales. No llueve.
Llegando se ve, al lado de la carretera, el Estadio Municipal de Aveiro, diseño de Agata Ruiz de la Prada.
Nos dejan en el centro, junto al puente, enfrente está la Oficina de Turismo.
Una de las rutas es ladel Art Nouveau. Preciosa fachadas.
En la Plaza de la República, con el suelo decorado con inspiración en el mar y la ría, se encuentra la Cámara Municipal y el Teatro Aveirense. Hay esculturas modernas.
Justo al lado, la Iglesia de la Misericordia, de estilo manierista, cubierta de azulejos, sustituto natural de la falta de piedra.
De vuelta hacia el otro lado del puente, edificio con un precioso
trampantojo.
La iglesia de la Presentación de estilo manierista, con dos paneles de azulejos en la fachada y decoración barroca en su interior. Es del siglo XVII.
De vuelta de esta visita, en una esquina de una plaza, muestra de la vida de la ciudad, hay una tienda de música, se escuchan los fados al pasar. Me resulta muy agradable. Lo recuerdo de otra vez, pues ya había estado en Aveiro.
Cerca se encuentra el Mercado del Pescado, ejemplo de arquitectura en hierro. Es de 1904, remodelado en 2002.
Ya nuestro tiempo se terminaba y vimos un mercadillo de artesanía, en el parque, al borde de la ría.
Es mi segunda visita a Aveiro, siempre con poco tiempo. Una ciudad preciosa y que bien merece pasar el día completo.
La tarde la tenemos libre, nos enteramos del horario de las Grutas de Moeda, a dos kilómetros de Fátima, pero cerraban a las 17:00 horas. Muy temprano para darnos tiempo a la visita. Es el modo de vida de Portugal, tenerlo en cuenta si vais. Las Oficinas de Turismo también cierran a esa hora.
Al día siguiente viaje de vuelta, con parada para comer en Salamanca, nos vuelve a llover, pero llegamos a casa sin ningún incidente. ¡Fin de viaje¡
Trampantojo: Es una técnica pictórica que pretende, con efectos ópticos y juegos de perspectiva, crear una ilusión, en definitiva, engañar al ojo, lo que literalmente quiere decir "trompe l´oeil", en francés, idioma del que es originaria la palabra.
