miércoles, 7 de junio de 2017

VISITAS MENOS CONCURRIDAS DE TARRAGONA

Detrás de la Catedral de Tarragona se encuentra el Seminario, construido en 1883, aunque su fundación data del siglo XVI.
Mi interés por visitarlo es ver la capilla del siglo XII, dentro del claustro de San Pablo, que está cubierto, otra peculiaridad del recinto.


En la entrada me invitan a ver un interesante vídeo sobre los restos romanos en Tarragona, lo que me supuso un momento de descanso.


La capilla de San Pablo con estilo de transición del románico al gótico. es de planta rectangular con una curiosa puerta adintelada, óculo y espadaña. En el interior se remata con arcos góticos y ventanales laterales con vidrieras.


Cuando se trasladó el seminario, desde la Rambla Nova, se acordó conservar la capilla dentro del claustro.


También se puede visitar la iglesia y otro claustro idéntico, construidos en estilo neogótico. Está muy bien acondicionado con una zona de descanso, provista de maquina de aperitivos y de café. Me pareció una idea estupenda.


Otra de las visitas menos concurrida es el "Museo y Necrópolis Paleocristiana de Tarragona", quizás sea por encontrarse más alejada del centro, cerca del río Francolí.


Esta zona se descubrió en 1923 y los enterramientos, después de su estudio, se situaron entre los siglos III y V d. C.


En su centro de interpretación nos acercan a la forma de afrontar la muerte de los romanos. Hay un vídeo explicativo con la reconstrucción de un entierro cristiano y un pequeño museo.

Los enterramientos encontrados tienen diferentes tipologías y muchos se encuentran alrededor de una basílica.


En la necrópolis se han encontrado también esculturas, estatuas de mármol y ajuares. Es un sitio muy tranquilo en el que se puede pasear como por un jardín.


Por último, otra visita fue al Museo de Arte Moderno de Tarragona, con la idea de ver el tapiz que Joan Miró regalo al médico Rafael Orozco. La obra pertenece a Cruz Roja que la ha cedido para ser expuesta.


Se llama Tapiz de Tarragona y la realizó el joven Josep Royo, esto llevaría a los dos artistas a otras colaboraciones.


El museo expone el legado del escultor Julio Antonio, con varias facetas de su trabajo.


Me gustó, por su intención didáctica, el ejemplo de la fundición en bronce a la cera perdida, con una escultura de Julio Antonio.
A  pesar de ser mi segundo viaje a Tarragona he encontrado interesantes visitas que realizar, es una ciudad con muchas posibilidades.

lunes, 5 de junio de 2017

VIAJE LITERARIO A BURGOS CON "LAS VENTANAS DEL CIELO" II

Empieza nuestro segundo día en Burgos, amanece un día espléndido, hará más calor que ayer.

Hoy realizaremos la visita a la Cartuja de Miraflores. Como queda a las afueras de la ciudad hemos decidido que iremos en taxi, no hay otra manera de llegar. Es importante no cansarse para poder aprovechar el tiempo, luego la vuelta la haremos caminando.


Antes de su apertura, 10:15, ya estamos allí. Tenemos tiempo para sacarnos la típica foto para el recuerdo. El lugar es muy tranquilo, lejos del ruido del tráfico, la carretera termina aquí. Como se ve por el coche, solo hay otras dos personas esperando.
Llega la hora y entramos, se respira paz y tranquilidad. La entrada es gratuita, solo te piden un donativo al salir. Te ofrecen un folleto con lo más interesante para la visita por 1 €, a mi me servirá para este pequeño resumen.


Es un monasterio de la orden de los cartujos, fundado en 1442 por Juan II, pero en realidad no se empezó a construir hasta el reinado de Isabel la Católica. Es de estilo gótico de finales del XV. Se contrató a los mejores arquitectos,escultores y pintores de la época, como Juan y Simón de Colonia, Gil de Siloé y Pedro Berruguete.


En la portada están los escudos de Castilla y León y del rey fundador Juan II.


Después de traspasar el atrio nos encontramos en la estancia de los fieles, desde donde se admira la vista de toda la iglesia. ¡Es magnífica! no tengo palabras para describirla.


A los lados, en la parte alta, se pueden contemplar las vidrieras traídas de Flandes en 1484. Las de la izquierda con escenas de la Pasión de Jesús, las de la derecha la Resurrección y Gloria. Son de Niclaes Rombouts, como se puede ver en una de ellas que está firmada.


Por fin estoy delante de la obra del vidriero de Flandes sobre el que nos habla Gonzalo Giner en su novela, es lo que me ha traído hasta aquí. Pero me llevo una desilusión pues las del ábside apenas se ven, las tapa el precioso retablo gótico de Gil de Siloé, en la página web de la Cartuja hay información  sobre ellas. Para saber de que hablo tendréis que leer "Las ventanas del cielo".











En la iglesia están los sepulcros del Infante Alfonso, en un lateral y en el centro descansan los restos de Juan II e Isabel de Portugal, el hermano y los padres de Isabel la Católica. Son de alabastro y tallados con rica filigrana.
En el de los reyes destaca su diseño, una estrella de ocho puntas. Entre los detalles se ve la Virgen de la Leche.


Las capillas laterales contienen otras obras de arte. En la primera está expuesta la Anunciación de Pedro de Berruguete, más otras que estaban guardadas en la clausura.


La segunda con unas pinturas murales del siglo XVII, son muy bonitas y con un gran colorido.

La siguiente contiene manuscritos y está presidida por un cuadro de Joaquín Sorolla, la Elevación de la Cruz. El pintor visitó la Cartuja en 1910. El cuadro pertenecía a la familia de un monje de la comunidad, lo donaron  cuando fue ordenado sacerdote.
Ha sido una visita de lo más tranquila después de las aglomeraciones, el día anterior, en la catedral. Me ha gustado su austeridad. Cada obra de arte se puede apreciar en su lugar pues no están abigarradas.
El viaje a valido la pena solo por esto.


Como ya dije, hicimos la vuelta andando, nos resultó un poco larga, posiblemente por el calor que ya apretaba. El recorrido a la orilla del río es muy agradable, está perfectamente acondicionado para pasear.
Después de la comida tenemos tiempo para descansar, la buena situación del hotel nos lo permite.
Por la tarde nos vamos al Monasterio de las Huelgas y volviendo a la novela tiene relación con Berenguela, pero no voy a desvelar nada....


De nuevo tenemos suerte pues es día de entrada gratuita, pero la visita solo puede hacerse guiada. Sobre las entradas diré que vi la información y nos organizamos para aprovecharlo.
Está rodeado de una cerca almenada, lo que le da una imagen de fortaleza.


Es un monasterio de monjas cisterciense, mandado fundar por Alfonso VIII y doña Leonor en 1187, pretendían crear un panteón real, además la reina quería una abadía donde las mujeres tuvieran la misma autoridad que los hombres, lo que consiguió, solamente dependían del papa.
Nuestro guía solo nos habla de historia, dejándose el arte olvidado, en el interior está prohibido sacar fotos.
La iglesia tiene una cabecera con cinco ábsides, crucero y tres naves. El coro de clausura está en la nave central, junto al Panteón Real. Es digna de mencionar la puerta de la sacristía por la traza árabe de su decoración.











En el claustro es el único lugar donde nos dejaron sacar fotos.
Las Huelgas tiene las vidrieras más antiguas de España. Al parecer su procedencia parece ser Francia.
En 2007 Patrimonio Nacional encargó su restauración a los Hermanos Barrio.
En "Las ventanas del cielo" se nombra en varias ocasiones este monasterio, pero en este caso no tiene que ver con sus vidrieras.  También aparece la Iglesia de San Nicolás, pero sin tener mucha importancia para la trama.


Allí nos dirigimos para no dejarnos nada, por el exterior es muy austera, pero nos sorprende al franquear sus puertas.


Es una iglesia gótica levantada sobre otra románica, el retablo es impresionante, de nuevo de los Colonia, realizado para evidenciar el poder económico del mercader Gonzalo de Polanco.
Hemos cumplido nuestro cometido visitando los lugares de Burgos que se nombran en la novela.

El tercer día de estancia, dispones de la mañana y vistamos el museo de Burgos, que ya merece la pena por ver las dos casas del siglo XVII que lo contienen. Parece que no está bien promocionado pues realizamos la visita en solitario.
Burgos me ha parecido una ciudad muy cuidada, me ha gustado mucho, con grandes zonas de paseo a la orilla del río y estupendas obras de arte.
Estoy terminando la tercera parte de mi viaje, esta es mi manera de recordarlo. Pero tengo que decir que esta vez el viaje ha tenido cuatro etapas. La primera comenzó con la lectura de una novela que, poco a poco, hizo que se fraguara este viaje de la manera que yo lo he vivido.


sábado, 3 de junio de 2017

VIAJE LITERARIO A BURGOS CON "LAS VENTANAS DEL CIELO"

Todo ha sido una casualidad, a la vez que estoy leyendo la novela "Las ventanas del cielo", mi amiga me propone visitar Burgos. Acepto encantada, no lo conozco y tengo referencias de su magnifica catedral gótica. Pero a la vez pienso que voy a ver los escenarios de la novela que tanto me está gustando.


He esperado dos años para leerla, el tiempo que ha pasado desde que en la feria de "LibrOviedo", Gonzalo Giner, nos anunció que estaba preparando otra novela.
Éste, como los demás viajes se convierte en tres: el primero lo hacemos mientras planificamos el recorrido, esta vez es fácil, quiero ver los escenarios de la novela, el segundo lo disfrutamos "in situ" y el tercero a la vuelta, como es mi caso, cuando escribo en el blog para recordar mis vivencias.
Queremos aprovechar el tiempo, pero sin cansarnos. Las dos tenemos claro lo que queremos ver. El viaje lo hacemos en tren, es el medio de transporte que más nos gusta.


Reservamos el hotel en el centro y acertamos. La vista desde la ventana es estupenda. Nos alojamos en el Hotel Vía Gótica, pequeño pero acogedor, nosotras no tenemos queja. Su situación es inmejorable.


La primera visita será a la Catedral, tenemos toda la tarde. Atravesamos el Arco de Santa María que fue la entrada más importante a través de la muralla. La fachada fue finalizada en 1553 por Juan Vallejo, un arco de triunfo en honor a Carlos V. A los lados dos torreones con almenas y saeteras, igual que los cuatro pequeños torreones de la parte superior.


En la Plaza de la catedral pienso en Hugo de Covarrubias, el protagonista de la novela, la atravesó como yo admirando el arte que trajeron los Colonia a Castilla, el gótico flamígero. 
La Catedral de Santa María los martes por la tarde tiene visita gratuita, hay mucha gente, pero por fin cumplo mis deseos, ¡estoy dentro!


Se accede por la puerta lateral de la Plaza del Rey San Fernando, en la planta está señalada con el número 1, después de ascender por las escaleras, es la Puerta del Sarmental.


El templo sustituyó al anterior románico y en su estilo se ven dos fases: el gótico clásico (siglos XIII y XIV) y el gótico flamígero, que protagoniza la familia Colonia.
Hay tanto que ver que es imposible de asimilar en una visita, por eso nos atenemos a lo que se señala como imprescindible.


La escalera dorada se realiza para salvar el desnivel que se produjo al ganar terreno a la falda del castillo. Es encargada al arquitecto Diego de Siloé, está inspirada en modelos del renacimiento italiano. Da paso por la puerta de Coronería.



















El coro fue obra de varios escultores, resultado de diferentes tendencias. Tiene dos niveles, rematados por un friso a modo de dosel. Está tallado en madera de nogal, me llama la atención la magnífica taracea.


Pero uno de los elementos más bonito es el cimborrio, con una bóveda estrellada. La primera se desplomó en menos de cincuenta años y se rehizo en estilo plateresco, encargando la obra a  Francisco de Colonia y Juan de Vallejo.


La Capilla del Condestable de estilo gótico florido, ella sola merece la visita. Rematada por una bóveda calada más bonita que la anterior, es de filigrana gótica y está acristalada, obra de Simón de Colonia.


En ella vemos las estatuas yacentes de los fundadores, los condestables de Castilla, talladas en mármol de Carrara.

Tiene tres retablos, el central es precioso, de estilo renacentista. Nos tomamos nuestro tiempo para admirarla.


Otra parte interesante es el claustro, tiene dos pisos para salvar el desnivel. En el claustro alto está la famosa Puerta Dorada, con un tímpano que relata el Bautismo de Cristo. Conserva su policromía.


El claustro es un homenaje a los reyes y obispos que construyeron la catedral, está plagado de bellas esculturas.


Me llama la atención que sus ventanales están cerrados con vidrieras.


En una esquina del claustro bajo veo una vidriera heráldica de 1547, descubierta en la bodega y restaurada por los vidrieros burgaleses Vergara. No puedo dejar de mencionar esto pues estoy recordando la lectura de una novela que habla este oficio tan desconocido.


Salimos de nuevo a la plaza para visitar la capilla de Santa Tecla con un retablo churrigueresco. La cubierta aparece profusamente decorada con yeserías policromadas de un abigarrado estilo barroco.



















Damos la vuelta a la catedral para ver otras entradas, la principal y la de Coronería o de los Apóstoles. Hay una más pero no tengo foto.
Han pasado dos horas, esto daría para unas cuantas visitas, pero mañana tenemos otro destino, el más importante que se refleja en el libro: la Cartuja de Miraflores.
La información procede de la página oficial de la catedral donde encontrareis una extensa información:
http://catedraldeburgos.es/
Rematamos la tarde con la visita al "Museo del Libro Fadrique de Basilea", las dos somas grandes aficionadas a la lectura y nos resulta muy interesante repasar la evolución de la escritura a lo largo de la historia. http://www.museofdb.es/inicio/


Es un museo pequeño, pero muy bien estructurado en cuatro pisos, os animo a  visitarlo.


Está muy cerca de la Plaza Mayor, una típica plaza castellana, me recuerda a la de Zocodover en Toledo.


Volvemos hacía el hotel por el Paseo del Espolón, al lado del río.


Sin darme cuenta me encuentro ante el Consulado del Mar, fue creado en 1494 por los mercaderes de la ciudad para regular el comercio de la lana con Flandes. Una institución jurídico mercantil para arbitrar en los conflictos, pienso que pudo ser creada por la Universidad Mercantil de Burgos a la que pertenecía don Fernando de Covarrubias, el padre de Hugo de Covarrubias.



Después de una cena ligera damos por finalizado el día, hay que descansar y reponer fuerzas para disfrutar de lo que nos queda por ver.

Cimborrio:  es un elemento arquitectónico en forma de torre erigido sobre el crucero de una iglesia, permite iluminar y ventilar el interior.