viernes, 28 de julio de 2017

UN PASEO LITERARIO CON JOSEFA Y GASPAR DE JOVELLANOS

Ha sido una de las actividades promovidas por el Festival "Arcu Atlánticu". El lugar de partida es el Museo Casa Natal de Jovellanos, participamos unas 30 personas. Uno de los motivos es poner en valor la figura de Josefina, una de las primeras poetisas en asturiano.


En la entrada se presentan y nos invitan a conocer su casa y las calles de Cimadevilla, donde pasaron parte de su vida. Ya en el interior nos muestran las habitaciones que ocupó Gaspar de Jovellanos en sus estancias en Gijón.


En ellas se pueden contemplar algunos muebles que pertenecieron a la familia, así como cuadros de su colección particular. Nos relatan los principales datos biográficos.
Josefa nos cuenta que era conocida como la Argandona, mote que se le da por el apellido de su marido Domingo González de Argandona, del que quedará viuda a la edad de 28 años. En Gijón se le da este nombre a una calle.


Ya en el exterior, la primera parada es delante del antiguo convento de las Agustinas Recoletas, es donde ingresa Josefa con 48 años consiguiendo hacer realidad uno de sus sueños, la escuela para niñas desfavorecidas.


Continuamos hasta la plaza de la Corrada donde se cree que se celebraron las primeras corridas de toros, allí nos leen un escrito sobre el desacuerdo de Gaspar de Jovellanos con las practicas taurinas.

Delante de la Casa Paquet, palacio urbano de inspiración renacentista, tenemos una bonita vista al puerto deportivo.


En esta parada nos hablan del Gijón de entonces, allí estaba la playa de Pando.


Justo al lado el Palacio de Revillagigedo, con el monumento a Pelayo y el antiguo pozo resto de la industria de salazón romana, es el lugar elegido para la lectura de unas líneas de la tragedia escrita por Gaspar de Jovellanos "La muerte de Munuza" o como ellos la llaman "La leyenda de Pelayo".

Y para despedirnos el sitio elegido es Campo Valdés donde nos cuentan los avatares de las cenizas de Jovellanos que, estuvieron a punto de perderse en el incendio de la iglesia de San Pedro y ahora descansan en la capilla de los Remedios, cerca de su casa.


Es el mejor sitio para terminar el recorrido con la bonita vista de la playa ante nosotros.

lunes, 24 de julio de 2017

HORTA DE SAN JUAN Y EL CENTRO PICASSO

Ya han pasado unos meses de mi vista a Horta de San Juan en un día espléndido, quizá sea el recuerdo del sol lo que me hace sentarme a escribir en un triste y gris domingo de verano.


Es un municipio de la provincia de Tarragona, voy en una excursión desde Salou. Tengo ilusión por conocer el Centro Picasso, pero al final lo que más me gustó fue el pueblo.


De origen medieval de muchas cuestas, con sus casas escalonadas y en su mayoría de piedra, que serían la inspiración de Picasso en algunos cuadros cubistas.
Vamos directamente al Centro Picasso, un edificio renacentista del siglo XVI dedicado a hospital de enfermos pobres y transeúntes. Su apertura al público, como sede del museo, fue en 1992.
La planta baja está la exposición "Mis amigos de Horta" donde se ven los lazos que se establecieron entre el pintor y las gentes del pueblo.


En ella están los cabezudos picasianos que acompañan a los gigantes en todas las fiestas populares.

 En la segunda planta, la que más me gustó, vemos las reproducciones facsímil de las obras realizadas en su primera estancia en Horta, son muchos los dibujos expuestos en vitrinas, acompañados de explicaciones.



En la pared hay óleos con los paisajes y calles de Horta de San Juan.
La tercera planta es la que menos me gusta por la disposición de los cuadros, no han cuidado su situación, algunos no tienen espacio para poder verlos.


En ella se expone la obra realizada en la segunda visita, además de alguna que hace referencia al pueblo, aunque no la hiciera allí.


Son obras cubistas, con cuadros en que aparece Fernande, su compañera y la montaña de Santa Barbara, unidos en los óleos.


Los lazos que unen al artista con Horta se sintetizan en la frase de Picasso: "Todo lo que se lo he aprendido en Horta". El centro de Horta de San Juan quiere ser un homenaje permanente al pintor.


A la salida nos damos una vuelta por las empinadas calles del pueblo hasta llegar a la plaza porticada del siglo XVI.

Vemos el ayuntamiento, edificio renacentista, con un mural de Fernando VII en la fachada, conmemorando las Cortes de Cadiz. En los bajos estaba situada la antigua prisión.


La iglesia de San Juan Bautista, siglo XIII-XIV, es gótica con una sola nave, tiene ventanales ojivales y contrafuertes escalonados.


También en la plaza la Casa de la Encomienda o del Diezmo, palacio renacentista.
Muy cerca de esta plaza se hospedó Picasso con Fernanda, en su segunda estancia. También frecuentaban una fonda donde hacían la vida de los cafés parisinos.


Otra de las atracciones de Horta es la Montaña de Santa Barbara, una gran roca de forma piramidal. Nosotros la vemos desde un mirador con una preciosa vista.


Las visitas han terminado y llega la hora de comer, nos dirigimos al Restaurante Miralles, su plato estrella es el "crestó", cabrito castrado correspondiente a la cabra blanca.
Nos reciben en un comedor de decoración rustica, con arcos de piedra y vigas de madera que resulta muy acogedor.
Comí con gente de otros hoteles, que no conocía, pero fueros muy agradables, en especial dos amigas que ya no recuerdo de donde eran.
Pero lo que más me gustó fueron las palabras de despedida del dueño. Nos dio las gracias, pues dijo que con nuestros viajes pueden mantenerse durante los peores meses del invierno.
En general, resultó una buena excursión.